Una fobia es un tipo de trastorno de ansiedad, definido por un miedo persistente a un objeto o situación. La fobia típicamente resulta en un inicio rápido de miedo y está presente por más de seis meses. La persona afectada hará todo lo posible para evitar la situación u objeto, por lo general en un grado mayor que el peligro real planteado. Si no se puede evitar el objeto o la situación temida, la persona afectada tendrá una angustia significativa. Con fobia a la sangre o lesiones, se pueden producir desmayos. La agorafobia a menudo se asocia con ataques de pánico. Usualmente una persona tiene fobias a una cantidad de objetos o situaciones.
Las fobias se pueden dividir en fobias específicas, fobia social y agorafobia. Los tipos de fobias específicas incluyen los de ciertos animales, situaciones del entorno natural, sangre o lesiones, y situaciones específicas. Los más comunes son el miedo a las arañas, el miedo a las serpientes y el miedo a las alturas. Ocasionalmente son desencadenados por una experiencia negativa con el objeto o la situación. La fobia social es cuando se teme la situación ya que la persona está preocupada de que otros los juzguen. La agorafobia ocurre cuando se tiene miedo a una situación porque se cree que no es posible escapar.
Las fobias específicas deben tratarse con terapia de exposición donde la persona se introduce en la situación u objeto en cuestión hasta que el miedo se resuelve. Los medicamentos no son útiles en este tipo de fobia. La fobia social y la agorafobia a menudo se tratan con alguna combinación de asesoramiento y medicamentos. Los medicamentos utilizados incluyen antidepresivos, benzodiazepinas o betabloqueantes.
Las fobias específicas afectan a alrededor del 6-8% de las personas en el mundo occidental y al 2-4% de las personas en Asia, África y América Latina en un año determinado. La fobia social afecta aproximadamente al 7% de las personas en los Estados Unidos y al 0.5-2.5% de las personas en el resto del mundo. La agorafobia afecta aproximadamente al 1.7% de las personas. Las mujeres se ven afectadas aproximadamente el doble que los hombres. Normalmente, el inicio se produce entre los 10 y los 17 años. Las tasas disminuyen a medida que las personas envejecen. Las personas con fobias corren un mayor riesgo de suicidio.
