La salud mental, definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), es "un estado de bienestar en el que el individuo se da cuenta de sus propias capacidades, puede hacer frente a las tensiones normales de la vida, puede trabajar de manera productiva y fructífera y es capaz de para hacer una contribución a su comunidad ". Según la OMS, la salud mental incluye "el bienestar subjetivo, la autoeficacia percibida, la autonomía, la competencia, la dependencia intergeneracional y la autorrealización del potencial intelectual y emocional, entre otros". Desde las perspectivas de la psicología positiva o del holismo, la salud mental puede incluir la capacidad de un individuo para disfrutar de la vida y crear un equilibrio entre las actividades de la vida y los esfuerzos para lograr la resiliencia psicológica. Las diferencias culturales, las evaluaciones subjetivas y las teorías profesionales en competencia afectan la forma en que uno define la "salud mental".