La fuente juega un papel importante en el diseño de jardines japoneses. A menudo se utilizan para simbolizar el viaje en el tiempo o como un medio de limpieza física y espiritual antes de entrar en una casa o templo.
Las fuentes japonesas siempre tienen un diseño muy simple: la atención se centra más en el agua que en el barco. Esta fuente consiste en una cuenca de piedra poco profunda situada entre rocas y cantos rodados con un pequeño tubo de metal para un pico.